Y sorpresivamente dejé que todo saliera. Mientras el tunes hacía sonar Peligro de Ely Guerra, sus facciones comenzaron a dibujarse en rápidas postales de lugares en donde pasamos momentos fugaces, intensos, apasionados---- lágrimas---
Y me pregunto por qué lo conocí, ¿realmente lo necesitaba? ---- lágrimas--- ¿en verdad me hizo bien? ¿por qué todo fue tan intempestivo? Ayer al escuchar su voz dulce y certera, frágil y replicante sólo me quedó colgar y sentirme exactamente igual de cómo lo estoy ahora.
---- lágrimas--- Ha pasado una semana desde que no veo esos ojos tímidos, ni su piel blanca que se confunde entre una barba ligeramente rojiza, su cuerpo espigado con brazos largos que me abrazaban por completo.
Pensar en todo lo que pudimos haber hecho juntos me duele, me atormenta, pero sobretodo me incomoda. Hubiera, hubiera, hubiera, no hay palabra más detestable que el hubiera. ---- lágrimas--- ¿Y por qué en tan poco tiempo? ¿Será cierto que fue como una droga, en donde el proceso preparar/fumar/viaje/regreso se repite una y otra vez donde lo único que termina por consumirse es ese cigarrillo verde y la solución es ir en búsqueda de uno nuevo? No lo entiendo. ---- lágrimas---
Aunque me duela, es urgente comenzar el proceso de desintoxicación. ---- lágrimas--- Mis manos ansían tomar el teléfono y escuchar su voz, decirle que quiero verlo, agotar todos mis recursos y tratar de hacer que se quede a mi lado. Por cualquier medio. Pero después aterrizo al plano real, el que quiero tratar de ocultar con mensajitos cortos, con un abrazo o una caricia, con un te quiero que nunca debió pronunciar.
---- lágrimas--- Estas lágrimas me purifican, me hacen bien, se llevan poquito a poco el huecote que me dejó en la panza. ---- lágrimas--- Limpian, fluyen y se evaporan, me hacen sollozar, revivir, añorar. Hacen bien.
¿Será cierto que necesito estar en soledad? Hace mucho no lo estoy, ni siquiera recuerdo desde cuándo.
¿Por qué te filtraste en mi sistema tan rápido? ¿Por qué te me hiciste una adicción? Esto no es normal, algo tenían tus besos, tus ojos, tu olor, algo de lo que ya no quiero seguir dependiendo. Sólo te pido que no me olvides, que cuando cantes esa canción de los Beatles me recuerdes, que cuando estés viendo esa película que vimos juntos recuerdes mi olor, y que cuando estés fumando sólo en tu cuarto, voltees a esa cama que nos vio dormir juntos, testigo de lo que alguna vez fue y nunca terminó de serlo.
