miércoles, diciembre 01, 2010


Del olvido al ya se me olvidó...
¿Y luego? ¿Qué sigue después de esto? ¿Estoy en el lugar correcto? ¿Aquél donde quería estar? ¿Así imaginaba mi vida años atrás? No lo sé, y al correr la cortina sólo me topo con mi reflejo. De algo sí estoy completamente seguro, soy totalmente distinto y perfectamente parecido al adolescente inexperto que lloró aquella vez cuando le rompieron el corazón, cuando se sintió sólo y no supo hacer otra cosa mas que llorar hasta cansarse.

Estoy aquí, en un lugar distinto tratando aún de acostumbrarme a la soledad, a estar conmigo, a escucharme y observarme, a saber que no hay nadie más aquí, sólo el aire que choca con las ramas de los árboles en la obscuridad y el bullicio leve de una ciudad que duerme.

Estoy por cumplir tres años de vivir lejos de casa, de mi familia, de despertar de forma distinta, estoy por cumplir más de un mes de vivir sin nadie más, de llegar a casa y platicar conmigo, de pensar y repensar, de tratar de conciliar el sueño sin que me cueste trabajo. Quiero liberar todos mis miedos, acribillarlos y guardar todos los cachitos en una caja al fondo del armario, mejor aun, de tirarlos todos al bote de basura y no verlos nunca más.

¿En qué momento las cosas dejaron de ser tan fáciles? Hace tanto tiempo que no sueño que vuelo, ese sueño recurrente donde en cualquier lugar, comenzaba a caminar para después tomar vuelo y abrir mis brazos para elevarme por encima de la ciudad, respirar y ver todo desde las alturas, sentirme liberado, feliz y pleno... quiero que hoy sea esa noche, que pase lo que pase pueda ser parte del viento y soltar.

Despertar feliz, recordando que fui, soy, y seré, parte del universo.