martes, septiembre 04, 2007

A veces es mejor hacer a un lado las expectativas
Y dejar que todo fluya, que el tiempo diluya el asunto y aclare la situación.

Estoy plenamente consciente de que tal vez no es el momento correcto para engancharme en una relación, sí, lo se, son tres largos años que tengo qué superar poco a poco, pero tampoco entiendo por qué soy así, en cuanto alguien me da tantita entrada yo me desboco como caballo en carrera. Sé que no es correcto y que mucho menos en estos episodios de transición.

Así las cosas, y lo mejor que puedo hacer por ahora es llevarla leve, conocer, vivir y disfrutar el momento.


Gracias

La importancia de ser agradecido con la vida es fundamental para que nuestros deseos se cumplan. Es una enseñanza más de El Secreto, y a partir de hoy es lo que voy a hacer, porque al final de cuentas sigo vivo, tengo qué comer, tengo una familia, dónde vivir, amigos que me quieren, tengo salud, creatividad, iniciativa, ropa qué ponerme, tengo una gata gorda y hermosa. Gracias porque puedo respirar, escuchar música, leer, ver, oler, sentir, cantar, hablar, tengo amor, y tengo plena consciencia de que ÉL está ahí en todo lo que existe.
Gracias.
Gracias.
Gracias.

Boing de manzana
Estaba en mi casa cuando de pronto la sed me invadió. Tomé un Boing de manzana y comencé a beberlo de forma casi instantánea, hasta que su saborcito cubrió mis papilas y entonces llegaron a mi mente imágenes aisladas. Ahí estaba yo, con apenas seis años, corriendo en el patio del Colegio Buckingham, con mi suéter verde olivo, mi pantalón de cuadritos rojos y en la mano un Boing de manzana de triangulito, estaba muy feliz, porque tenía amigos, porque el sol de la mañana hacía que mis cachetes enrojecieran sutilmente, pero más porque era feliz, y sabía que ese Boing de manzana, al terminar de beberlo, terminaría en el piso haciendo un ruido medianamente estridente y me haría sonreír.

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