jueves, agosto 23, 2007

Las canciones precisas en los momentos precisos
Después de una noche como la de ayer es difícil explicar lo que siento. Estoy en medio de todo, sigo sin salir del ojo del huracán, o al menos ya comienzan a llegar algunas rachas de aire frío.

Con motivo de despedir a Salvador; Vin, Paco y yo quedamos de vernos para platicar. Llegamos a la cita en el 42, donde los discursos resultaron divertidos y sinceros. Poco después arribó Francisco y nos lanzamos a Lipstick en donde fuimos testigos de un desfile de modas poco agraciado y de la increíble capacidad de relaciones públicas del Señor Iglesias y gracias a ello el cover se eliminó de los lugares visitados en zona rosa.

En una charla corta con Salvador, muchas de mis dudas fueron disipadas, y sólo reafirmaron lo que más adelante tengo obligación de hacer (una plática larga, sincera y un tanto áspera con Juan Carlos).

Hoy, camino al trabajo la selección musical no ayudó mucho:
One headlight –The wallflowers-
Peligro –Ely Guerra-
One –U2-
una seguida de la otra. Sin saber por qué, me solté a llorar ante las miradas curiosas de los demás conductores. Como polaroids comenzaron a aparecer imágenes en mi mente. Rostros, recuerdos, situaciones, olores y personas que movieron fibras delicadas en mí.

Este fin de semana será decisivo, diferente, triste y complicado, así que tengo qué ir preparando a mi niño interno, comprar cajas de kleenex y tener a la mano celular, iPod, nicotina, alcohol y amigos sinceros.

¿Tengo miedo? Por supuesto, pero como Martha Debayle, voy a disimular que no, tomaré aire y comenzaré con lo más fácil: fluir.

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